
Pero no ... el frío de la atmósfera hacía congelar todo a su alrededor, aun hasta el momento más sublime ...
Solía decir, que mi estación preferida era o es el invierno, porque hasta del frío uno también aprende a disfrutar su cálida presencia, pero a veces se torna tan denso que te puedes llegar a perder en él y anhelar estar en un día soleado como para amortiguar sus estregos.
Soy de la estación del invierno pero unos cuantos rayos solares no me vendrían nada mal, a nadie al parecer.
Esperaré aquellos rayos luminosos al menos para que acompañen mi fantasía diaria de trabajo.
Hasta entonces ... seguiré abrazando aquél recuerdo primaveral.
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